Con la llegada del clima frío, la celulitis deja de ser una preocupación visible, pero no por ello pierde relevancia. Lejos de ser solo un tema estético, este trastorno puede tener consecuencias directas sobre la salud, especialmente en la circulación sanguínea y el sistema linfático.

La doctora Karla Henríquez, especialista española en medicina estética y antienvejecimiento, explicó que la celulitis es la acumulación de tejido adiposo en forma de grasa bajo la piel, formando nódulos que provocan la conocida apariencia de "piel de naranja". Afecta principalmente muslos, glúteos, abdomen, piernas y brazos.

Henríquez advirtió que esta condición dificulta la correcta circulación, favorece la aparición de varices y problemas linfáticos, y que su tratamiento debe iniciarse cuanto antes, incluso en invierno, cuando pasa más desapercibida.

Alimentación y hábitos saludables: pilares fundamentales

La experta remarcó que una de las estrategias más efectivas para reducir la celulitis es adoptar hábitos saludables durante todo el año, y no esperar al verano para actuar.

Entre sus recomendaciones principales, se destacan:

- Dieta equilibrada y rica en colágeno y vitaminas: incorporar frutas, verduras y proteínas de buena calidad.

- Evitar gaseosas, comidas rápidas y bollería industrial, ya que favorecen la retención de líquidos y el sobrepeso.

- Reducir el consumo de sal: lo ideal es no superar una cucharadita diaria. Se puede reemplazar por especias para realzar los sabores.

- Beber al menos dos litros de agua por día: ayuda a eliminar toxinas y mejorar la función celular. Para facilitarlo, se puede incorporar jugo de limón o naranja.

- Ejercicio, descanso y manejo del estrés

- Actividad física regular: caminar, subir escaleras, hacer ejercicios aeróbicos o cardio, contribuyen a mejorar la circulación y tonificar la piel.

- Automasajes: se recomienda masajear las zonas afectadas para activar el drenaje linfático, especialmente durante la ducha con un guante de crin, finalizando con agua fría.

- Evitar la ropa ajustada: este tipo de vestimenta restringe el flujo sanguíneo y puede agravar la celulitis.

- El descanso adecuado también cumple un rol clave. Dormir al menos ocho horas diarias favorece la regeneración celular y evita desequilibrios hormonales que influyen en la acumulación de grasa.

Además, el estrés crónico impacta negativamente en la piel. Actividades como yoga, meditación o cualquier forma de relajación contribuyen al equilibrio emocional y a mantener la celulitis bajo control.

Por último, la doctora Henríquez destacó la importancia de mantener un peso estable, ya que las fluctuaciones frecuentes deterioran la elasticidad de los tejidos, favoreciendo la flacidez y el desarrollo de celulitis.

Cuidar la piel es cuidar la salud, y la celulitis, lejos de ser un problema menor, puede convertirse en un síntoma de desequilibrios más profundos. Tomar medidas desde ahora es clave para prevenirla y mantener una buena calidad de vida durante todo el año.